Estas Navidades, regala salud

Puede parecer un título manido pero, ¿crees que lo es? ¿Cuántas navidades has prescindido realmente de regalar mazapanes, turrones, confitados...? No es que no regales salud. Lo quieras o no, así regalas diabetes, sobrepeso... Dicho claramente, regalas enfermedad. También hay quien dice que esto es una excepción, puesto que las Navidades son una época señalada y aislada de celebración. Pero, ¿qué mejor celebración navideña que la salud, el bienestar y su promoción duradera? Nadie desea celebrar las Navidades, ni ninguna otra cosa, achacoso, débil, enfermo, prematuramente envejecido y desvitalizado y sin embargo parece que es lo que deseamos a nuestros allegados una y otra vez en forma de regalos saturados de azúcar. 

Y quien se excuse con que la Navidad ya depara de por sí tales banquetes de carbohidratos y azúcar, ¿por qué contribuir a ello? No es distinto que justificar regalar tabaco con la excusa de que, en cualquier caso, el destinatario fumará igualmente. Si algo es incorrecto, insano y no deseable, no seamos nosotros -aunque sólo sea por eso- cómplices de ello.

Si lo que importan son, antes que nuestras palabras, nuestros actos, que sean dignos de ejemplo. La Navidad es la mejor época para demostrar tal ejemplaridad. He aquí unas sugerencias de qué regalar ésta y cualesquiera otras no ya Navidades sino celebraciones que se nos presenten:

- Alimentos saludables

No hay por qué regalar algas o un bote de miso comprado en el chino de enfrente, no. Por desgracia, muchos creen que regalar alimentos saludables es regalar algo feo, mohíno e insípido. Lo cual es una creencia común en parte debido a las ideas oficiales sobre las presuntas dietas saludables desgrasadas y "desaborizadas". Si bien hay alimentos muy saludables allende los mares, nuestra despensa mediterránea nos provee de multitud de ellos. Pienso en los aceites de oliva, conservas de pescado, jamón serrano e ibérico, quesos, sal de Ibiza o Formentera o, por supuesto, vino. Mi consejo es apostar por cosas menos comunes para ganar en originalidad, así yo me decanto antes por aceites de oliva que los vinos parte de tantos regalos ya. Este año en concreto, he regalado bastantes aceites de oliva de la marca Valderrama, cien por cien recomendable. Diré también que entre los mejores aceites de oliva que nunca he probado están los de La Boella de Tarragona o ABBAE de Quiles de Navarra.

- Cepillo eléctrico

Aunque no faltan las opiniones de quienes recomiendan cepillos no eléctricos (me suena raro hablar de cepillos 'manuales', ¿acaso no asimos y dirigimos los cepillos eléctricos también con la mano?), creo en la eficacia superior de los cepillos eléctricos. Y como debe ser, si es posible de un buen cepillo eléctrico, donde las diferencias son obviamente más notables que entre los cepillos no eléctricos. Creo que los mejores son los Oral-B. Lo ideal es que sean recargables, y no a pilas (Oral-B creo que también tiene algunos en su línea más básica de eléctricos, los cuales descartaría). En el caso de esta marca hay que tener en cuenta que algunas gamas tienen varios cabezales distintos compatibles, con lo que podríamos tener hasta 2 o 3 cepillos distintos para quien desee el colmo del surtido buco-dental sólo cambiando el cabezal. 

- Regalos informáticos

...que tengan una finalidad 'saludable'. No tienen que ser necesariamente aparatos como la Wii Fit para hacer ejercicios en casa, que por supuesto también. La salud es una cuestión no sólo física sino además intelectual. Existen diversos aparatos de juegos destinados a mantener despierta la mente, más que perfectos para personas por ejemplo jubiladas. O nos podemos atrever a regalar una 'tablet' o modernizar a nuestra tía o abuela con un teléfono inteligente. El mero hecho de obligar a interactuar con estos nuevos aparatos para esas personas es una terapia intelectual. Aunque mi predilección es hacia Apple en los teléfonos y 'tablets', y Microsoft para ordenadores, he de reconocer que aquí no soy ningún experto y mi opinión no es ni más ni menos válida que la del consumidor promedio.

- Suplementos

Los suplementos nutricionales no pueden faltar a la hora de hacer una lista de posibilidades que regalar para mejorar la salud. Igual que nadie regalaría un mal aceite de oliva, un mal vino o un cepillo eléctrico que se estropee o sea irregular, no debemos tampoco escatimar con la calidad de los suplementos nutricionales, ni para nosotros ni para los demás. Aunque es difícil decir que una sea la mejor marca del mercado, en el mundo de los suplementos Life Extension es la que más se acerca a ello sea por su calidad como por su innovación. Si optamos por regalar suplementos nutricionales, tendremos que tener en cuenta sobre todo dos cosas: el estado de esa persona y sus preocupaciones principales de salud/bienestar y si esa persona ya es consumidora de suplementos. En el caso de que no sea consumidora de suplementos, mi opción es hacia suplementos cuyos propósitos sean claro de interés para la persona (no tiene sentido regalar algo para dormir a quien duerme bien ni un suplemento para los síntomas menopáusicos a una chica de 25 años) pero sobre todo con los que sea esperable una acción más bien rápida apreciable. Cambios apreciables más rápidos que dilatados en el tiempo suelen encontrarse por ejemplo con la optimización de vitamina D, con Cognitex para la memoria en unos 2 meses o Natural Stress para estados de nervios y ansiedad. Esto por citar sólo algunos. Si la persona ya consume determinados suplementos, quizás sea más sencillo regalarle algo en la línea de lo que toma o lo que le interesa. También puede ser una oportunidad para convencer de la importancia de lo que comemos e ingerimos a quien se preocupa mucho por la cosmética pero poco por desgracia por la nutrición; en este sentido Skin Ceramides me consta por opiniones de consumidores que tiende a hacer menos necesaria la hidratante en quienes tienen la piel menos hidratada o nutrida.