¿Es posible la comida "basura" sana?

Las causas dietéticas principales del sobrepeso y la obesidad son el exceso de consumo de carbohidratos de rápida absorción (glucémicos) y el exceso de consumo de calorías totales. Gran parte de los occidentales -y la mayor parte de los norteamericanos- hacen las dos cosas a la vez. Los descorazonadores resultados en términos de salud pública (de acuerdo, y estéticos en las tallas de nuestras cinturas) importados por nefastos estilos alimentarios occidentales a nadie deberían extrañar, los cuales se han traducido en una crisis capaz de incluso competir en protagonismo con la tan traída y llevada, y no por ello menos real, crisis financiera y económica actual. En la búsqueda de los presuntos culpables del problema podemos identificar varios, a saber, los gobiernos y las autoridades públicas, las empresas alimentarias y, sin duda, los propios ciudadanos. Poner el dedo acusador sobre la industria alimentaria quizás puede ser demasiado fácil, pero ¿es acaso demasiado equivocado? Por supuesto que no. Años y años expuestos a lo que en EEUU llaman la S.A.D. (Standard American Diet, Dieta Estándar Americana) no podían pasar el balde. Vivimos en la McSociedad. Pero no te equivoques, no necesitas ir a un McDonalds o un restaurante similar para experimentar en primera persona las artes culinarias de lo que con razón ha venido a denominarse comida "basura". En los lineales de cualquier supermercado encontrarás decenas y decenas de artículos llenos de azúcar (desde galletas, cereales preparados o colas) o, incluso peor, de sirope de maíz alto en fructosa (un componente tan terrible que merecerá una atención específica por mi parte). Por ejemplo, el consumo excesivo de refrescos de cola se sabe que puede llevar a niveles anormalmente bajos de potasio y al fallo cardíaco. Todo esto por no mencionar la profunda conciencización que tiene la industria alimentaria cuando se trata de atiborrarnos de los omnipresentes y proinflamatorios omega 6 (léase aceite vegetal, de girasol, de maíz o de soja). Nos hemos vuelto adictos a comida que resulta "basura" en términos de salud. Pero no podemos negar el tremendo atractivo en sabor que tiene para muchos semejante comida. Podemos, entonces, preguntarnos ¿es posible la comida "basura" sana? Consciente del problema adictivo de estos alimentos, y para responder afirmativamente a dicha pregunta, el Dr Barry Sears ha creado en EEUU la marca MedWell 1-2-3 a partir de su concepto de la antiinflamatoria Dieta de la Zona. Conocida por la mayoría de mis lectores, la Dieta de la Zona es un estilo alimentario orientado al permanente control de la inflamación silenciosa que se genera a nivel hormonal. Dicho estilo alimentario es, en suma, el medicamento preciso para curarnos de los efectos de la Standard American Diet (que sin gran problema podría definirse casi como Standard Western Diet o Dieta Estándar Occidental). La clave principal de la Dieta de la Zona es un justo equilibrio entre carbohidratos no glucémicos, grasas saludables y proteínas en cada comida. Siendo precisos, 1 gramo de grasa por 2 de proteínas y 3 de carbohidratos (aunque los seguidores de la Zona están familiarizados con el 3-7-9 en gramos netos, que en realidad es proporcionalmente casi lo mismo que 1-2-3). De ahí MedWell 1-2-3. ¿Panecillos dulces y salados, arroz, pasta, pan blanco, hamburguesas, pizzas, galletas de chocolate, con sabor a mantequilla o incluso brownies antiinflamatorios? Ahora es posible gracias a MedWell 1-2-3, pues todos esos alimentos y otros más poseen el mencionado equilibrio de macronutrientes. Hace un par de años leí en un artículo al Dr Barry Sears afirmando que hacia el año 2010 sería capaz de comercializar alimentos como el arroz modificados para que fueran antiinflamatorios. Y como puede verse el resultado parece inmejorable a la luz del aspecto y las tablas nutricionales e ingredientes empleados. Como decía, poner el dedo acusador sobre la industria alimentaria puede ser demasiado fácil, pero no por ello menos fundamentado. Pero como siempre, no todas las personas entienden del mismo modo su profesión en el mundo -no todos los periodistas son personas sin escrúpulos ante la privacidad ajena ni todos los que nos dedicamos a la cosmética somos lacayos de los intereses de las marcas por citar un par de ejemplos-. Del mismo modo, no todos en la industria alimentaria tienen que ser, ni son de hecho, iguales como en esta ocasión demuestra el nuevo lanzamiento del Dr Barry Sears gracias a la inversión dedicada al desarrollo de estos productos. Por supuesto, no creo que la panacea frente al problema del sobrepeso y las resultantes enfermedades crónicas del exceso de carbohidratos y calorías totales sean estos alimentos, pues qué duda cabe el carácter insustituible de las frutas, verduras o pescados. Pero si estos alimentos "basura" sanos son parte de la solución al problema, bienvenidos sean.